sábado, 8 de junio de 2013

Un libro, un escritor, una firma

"He firmado tantos ejemplares de mis libros que el día que me muera va a tener un gran valor uno que no lleve mi firma". Esta cita de Borges es un buen ejemplo de lo que está pasando en Madrid, ciudad en la que muchos escritores se pasan horas y horas firmando ejemplares de sus obras estos días en la Feria del Libro de Madrid. Si esta es la 72 edición, ¡creo que pocos autores no habrán pasado en todo este tiempo por ella!  

A mí me ha cogido en medio de exámenes, pero lo que tengo claro es que el próximo año marcaré la fecha en mi agenda y no me la perderé. Los reportajes que he visto por televisión (este de Carlos del Amor en TVE me gusta especialmente, para verlo pincha aquí) me hacen ser optimista de cara al sector editorial. Mareas de gente en el Retiro, niños y niñas que se interesan por los libros, colas para conseguir una firma... Para mí este interés por los libros es una muy buena noticia. 

Lo importante es la historia que contienen y el desenlace que esconden tras cientos de páginas. Resulta muy interesante llegar a conocer al escritor a través de sus textos, quizá intentando averiguar qué personaje ha sido caracterizado con su personalidad. Tener un ejemplar firmado no deja de ser algo secundario, pero mentiría si dijera que no me hace (o haría) ilusión conseguir la firma de algunos autores, sobre todo en mis libros favoritos. 

Los medios de comunicación y las redes sociales (principalmente de editoriales y de los propios escritores) publican a diario qué autores estarán y en qué casetas en la Feria del Libro, con la idea de promocionar sus obras y ser un reclamo para el público. Si esto incita a la gente a comprar un libro y leerlo, mejor que mejor. Algunos noveles, otros más populares, lo cierto es que las ganas de conocer al poeta o al novelista hace que muchas veces se formen colas de horas para lograr el ansiado autógrafo y/o dedicatoria. 

Los periodistas, sobre todo los de la sección de Cultura, tenemos ciertas ventajas en este aspecto: leemos un libro y podemos después interrogar al escritor sobre la trama, los personajes, las impresiones que suscita... En definitiva, desgranar la historia con el objetivo de conocer mejor al escritor y su estilo. Y ya puestos, tras la entrevista, ¿por qué no una dedicatoria?

Y una dedicatoria personalizada. Porque, por lo general, los escritores suelen tener una 'plantilla' de dedicatorias que se repiten en todas las firmas. "Con cariño para...", "Para mi amigo/a...", "Con afecto...", etc. A pesar de ello, ¿a quién no le gusta que un escritor que admira lo trate de amigo?

Lugar de encuentro de blogueros
Volviendo a la Feria del Libro de Madrid, esta cita literaria también ha servido para que más de 260 jóvenes blogueros de literatura de toda España se reunieran por tercer año consecutivo, visitando las casetas en las que sus autores preferidos firmaban ejemplares y participando en encuentros organizados por varias editoriales, un "picnic" literario o una mesa redonda sobre fantasía. En el momento en el que conocí esta información, me dije: "El próximo año yo también estaré". 

Y con la idea de estar presente en esta feria en 2014, os dejo imagen de las firmas que tiene mi biblioteca particular. Como he indicado arriba, ser periodista te da "facilidades" para conseguir firmas. De hecho, de las pocas que tengo, la mayoría son de escritores que entrevisté en su día, a los que tuve oportunidad de interrogar sobre su libro. Otro, como el ejemplar de Ken Follett (en este post explico cómo lo conseguí), a través de un concurso. Y la única vez que hice cola (¡más de dos horas!) pude hablar y agenciarme una firma de Albert Espinosa en una visita a Lleida. 

Cristina Spínola me firmó su libro Sola en A Guarda. ¿El tema del libro?
Igualdad entre hombres y mujeres. 

¿Consecuencia de trabajar en un periódico? Que un escritor te regale su libro firmado
trasuna entrevista. Esta firma es de  José Enrique Canabal en su libro
Luna de papel.

Gracias a un concurso de Vips conseguí un ejemplar de El invierno del mundo firmado por
Ken Follett. Algún día espero tener la oportunidad de pedirle una firma en sus otras obras.

Una entrevista de trabajo me llevó a Lleida el mismo día que Albert  Espinosa
firmaba ejemplares de
Brújulas que buscan sonrisas perdidas

Siempre hay colegas de profesión que escriben así de bien.
Esta dedicatoria es de Álvaro Otero en su libro
El esplendor

Y vosotros, ¿qué firmas tenéis? ¿Cuál os gustaría conseguir? 

3 comentarios:

  1. Gracias Geraldo!! Echaré un vistazo a tu blog. Saludos

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  2. Como mola ver tu colección de tesoros literarios!!! Esos libros que tienen un valor añadido al mismo!!! Yo pocos tengo rubricados!!!! Y ahora tendré menos recientemente pasada a la nueva tecnología!!

    Un besito,
    Sandra von Cake

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    Respuestas
    1. Todos los libros son grandes tesoros para mí, pero estos me hacen estar un poco más próxima a los autores (sobre todo con los que tuve la suerte de hablar). Pero ya ves que son pocos si lo miramos desde la cantidad que tengo en casa!!!
      Aunque te hayas pasado a las nuevas tecnologías literarias, siempre compraremos el de papel cuando un libro guste mucho!!
      Muaks

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