sábado, 23 de febrero de 2013

Un clásico de 200 años: Orgullo y prejuicio

Era uno de los muchos libros de la estantería que esperaba su momento para salir y ser leído. Y un clásico como este debía esperar a una fecha redonda, ¿qué mejor que su 200 aniversario? El 28 de enero se cumplieron dos siglos de su publicación (apareció como una obra anónima firmada por “A lady” y titulada Primeras impresiones -First Impressions”) y ese mismo día decidí que era buen momento para empezarlo. 

Ironía, humor y romanticismo se concentran en Orgullo y prejuicio, la obra más conocida de Jane Austen y considerada una de las primeras comedias románticas en la historia de la novela. “Es una verdad reconocida universalmente que a todo hombre soltero que posee una gran fortuna le hace falta una esposa” es su primera frase, convertida ya en una de las más famosas de la literatura inglesa. 


Orgullo y prejuicio es una novela centrada en la vida de la familia Bennet en la Inglaterra rural de finales del siglo XVIII y las tribulaciones de una madre por casar a sus cinco hijas (Jane, Lizzie, Mary, Kitty y Lydia) y asegurarles un futuro (por aquella época la herencia o fortuna solo se transmitía por la línea masculina). 

Cuando los señores Bingley y Darcy, dos caballeros ricos y solteros, se establecen en el vecindario, las esperanzas de la señora Bennet aumentan. El primer contacto de las hermanas con estos caballeros tiene lugar durante un baile organizado por el primero de ellos. En seguida surge la complicidad entre Jane (la mayor de las hermanas) y Charles Bingley. 


No ocurre lo mismo entre los dos personajes principales, Fitzwilliam Darcy y Elizabeth. El orgullo de clase de él y los prejuicios de ella no harán más que alejar y al mismo tiempo acercar a los protagonistas. Él es un hombre joven que tiene malas habilidades sociales (calificado en un primero momento de arrogante y presuntuoso) y ella, una joven inteligente y segura de sí misma. La admiración del primero hacia la segunda comienza cuando Lizzie corre a cuidar de Jane, que cae enferma cuando esta acude a una llamada de la hermana de Bingley (la señora Bennet obliga a la mayor de sus hijas a ir a caballo bajo la lluvia con el fin de que pase la noche en casa de los huéspedes). En ese momento Darcy comienza a admirar a Lizzie, pero ella es incapaz de olvidar sus insultos y continúa buscando faltas en su persona. 

La llegada del ejército al pueblo trae consigo al señor Wickham, quien capta la atención de Elizabeth. Este le revela que tiene una historia pendiente con Darcy y que ha sufrido una gran injusticia, lo que hace que crezca la animadversión de Lizzia hacia el señor Darcy.  Pero con el tiempo va descubriendo la verdad sobre su persona.


Esta es una de esas novelas con un previsible final feliz en el que el amor se impone a la diferencia de clases. Las descripciones que hace de la época, la sátira que utiliza (patente sobre todo en la figura de la madre) y la manera de abordar  temas como el orgullo y el prejuicio hacen de este clásico una lectura obligada. 

Cine 
Se han hecho varias versiones cinematográficas de Orgullo y prejuicio: en 1940, en 1979, otra en 1995 (hay quienes aseguran que esta es la “más fiel” a la novela, producida por la BBC) y la última en 2005.


Después de leer el libro, y antes de escribir este post, decidí ver la versión protagonizada por Keira Knightley y Matthew McFadyen. 

Una vez más, y es algo que ocurre muy a menudo cuando se lleva un libro a la gran pantalla, el libro supera a la película en cuanto a detalles y los sentimientos que despierta en el lector. Los escenarios en los que tienen lugar las conversaciones a veces se cambian (por ejemplo, en el libro Darcy entrega la carta a Lizzie en el bosque, pero en la película lo hace en la casa), a la vez que las conversaciones se acortan. 

Para mi sorpresa, el tema relacionado con Lydia y el señor Wickham se toca muy por encima en la película, al contrario que en el libro. Lo mismo ocurre con la estrecha relación de las hermanas mayores (Lizzie y Jane), que se ve muy reducida

Una amiga (http://apfelstrudelkuchen.blogspot.com.es/) me dejó esta versión para coleccionistas en la que he encontrado muchas curiosidades (algunas de ellas las recojo a continuación). ¿Un consejo? Leed siempre los libros antes de ver la película.







Curiosidades 
La obra escrita por Jane Austen no solo forma parte de la historia de la literatura inglesa, sino que ha servido de inspiración para otras novelas. Por ejemplo, Helen Fielding llevó la trama principal a El diario de Bridget Jones (una madre que intenta encontrar pareja a su hija). De hecho, el abogado del que se enamora Bridget se llama Mark Darcy y el protagonista de la película coincide con el de la versión de la BBC (Colin Firth). 


Pero hay más curiosidades en torno a Orgullo y prejuicio. Jane Austen escribió el libro cuando era muy joven (tan solo 21 años). Lo dejó en un cajón guardado y ahora es una obra maestra de la literatura inglesa. En 1797 su padre se lo ofreció a un editor, que ni siquiera leyó el manuscrito y lo rechazó.

Esta obra guarda muchas similitudes con la vida de la autora. Jane Austen siempre se llevó mejor con su padre que con su madre (justo como Elizabeth Bennet). Su madre era hipocondríaca, como la señora Bennet. Jane Austen estaba muy unida a su hermana mayor, Cassandra, de la misma manera que lo están Elizabeth y Jane Bennet. Además, rechazó una propuesta de matrimonio de un pretendiente muy rico, como el señor Darcy. Además de la lectura, una de sus pasiones era el baile. 

Jane Austen estaba tan enganchada a Elizabeth y Darcy que ella continuaba pensando en ellos incluso después de finalizar su novela, entreteniendo a su familia y amigos con cuentos acerca de lo que ocurría después (a través de los que sabemos que Kitty Bennet se casó con un pastor protestante y que Mary se casó con uno de los empleados de su padre).

Aunque publicar anónimamente impedía a Jane Austen obtener prestigio literario (firmaba como “A lady”, una dama), también le permitía preservar su privacidad, en un tiempo en que la sociedad inglesa asociaba la entrada de las mujeres en la vida pública a una irreparable pérdida de feminidad. 

En definitiva, Orgullo y prejuicio es una gran obra de la literatura. Un libro cómico, pero mucho más accesible que muchos de los escritores clásicos. Decir que solo es apto para románticos es un error. Vale la pena dedicar algo de nuestro tiempo a la lectura de este libro.

viernes, 15 de febrero de 2013

La aventura comienza con Ken Follett


Viajar a otro lugar (a veces fantástico). Sentir nuevas sensaciones o evocar a los recuerdos. Habitar en una vida que rara vez podría ser la de uno mismo. Evadirse por un momento de las preocupaciones y problemas que marcan nuestro día a día. Siempre me ha parecido mágico el poder que puede llegar a tener un libro ante unos ojos ávidos de historias. 

Los que me conocéis sabéis que devoro las palabras impresas en sus páginas. Sin haber terminado el que estoy leyendo, ya tengo nuevos esperando colarse en mi mesilla (sí, lo confieso, soy una compradora compulsiva de libros). En una sociedad 2.0 me resisto aún al libro electrónico: quiero tocar, pasar las páginas, notar el característico olor a libro (nuevo o viejo). 

Porque me gusta escribir, porque me gusta recomendar libros, y porque siempre he querido tener un rincón en el que compartir no solo esa afición por la lectura sino también otros intereses (moda, cocina, viajes…), nace Anitateca. 

Y qué mejor motivo que dedicar el primer post a un hecho para mí muy valioso: recibir en casa un ejemplar de El invierno del mundo ¡firmado por el mismísimo Ken Follett! No solo porque TODO libro es bien recibido en mi biblioteca particular, sino porque es el primer ejemplar que tengo firmado por un escritor extranjero (y un escritor que además me gusta mucho).  


Han sido varias personas las que me han preguntado cómo conseguí ese libro firmado. Pues bien, me enteré de que Vips llevaba sorteando en Twitter varios ejemplares firmados, así que decidí participar, con la suerte de ser una de las primeras personas en dar la respuesta correcta ese día. Echando primero un vistazo a las preguntas de los días anteriores nunca pensé que el azar y la suerte se fuesen a aliar y ponerme algo tan fácil (al menos para los que en algún momento hemos recibido clases de Fotoperiodismo o nos hemos interesado por la fotografía). La pista decía: “¿Quién hizo esta foto? Lo importante es saber cuándo…”. 


Ante esta foto, mis dedos escribieron lo más rápido que pudieron: “Robert Capa a un miliciano durante la Guerra Civil española”. A los pocos minutos se confirmaba que uno de los ejemplares ¡era para mí! Ayer llegó a mis manos, y ahora es uno de los tesoros de mi librería. 


Y así es como la firma de Ken Follett llegó a mi casa y como estreno este blog. Prometo actualizarlo siempre que tenga algo interesante que compartir con el mundo. Y, por supuesto, aconsejar buenas lecturas. Espero encontraros más veces por aquí.